sábado, 28 de abril de 2012

Una noche con Demian

El círculo de Tiguajaneco volvió a reunirse el 12 de abril para comentar el libro Demian. Historia de la juventud de Emil Sinclair, del novelista Hermann Hesse (1877-1962). Sólo tres miembros acudimos, entre ellos Alvar Lukvist (el honorable Lucas), que bajó de las tierras del Norte que ahora le dan sustento para pasar una temporada en la costa durante las vacaciones. Junto a él, el gran Gundisalvo (de la Escuela de Traductores de Tiguajaneco) y un servidor tuvimos que cuadrar el círculo sin la esperada presencia de Gayo, que de nuevo se indispuso a ultimísima hora (una forma eufemística de decir que encontró algo más interesante que hacer, como ya es costumbre en él).

Alianza Editorial (1998) FUENTE


Me limitaré a dar sólo unas pinceladas o retazos de lo que se dijo en la reunión como mero testimonio de la misma, pues la idea es que la tertulia continúe virtualmente a través de los comentarios a esta entrada. Quienes no asistieron tienen así también la posibilidad de participar añadiendo sus propias anécdotas o curiosidades.

Como tuve ocasión de comentar durante la velada, Demian es un libro que me hubiera gustado leer en mis años de adolescencia, quizás por cuanto supone de "novela de aprendizaje" o bildungsroman, como suele llamarse a este subgénero literario. La lectura me atrapó desde el principio por su fuerza expresiva, sus bellas imágenes y su manera de reinterpretar algunos pasajes de la historia bíblica (inolvidable la versión del estigma de Caín, uno de los ejes de la obra). 

Todos coincidimos en la presentación de unos personajes realmente seductores, con una personalidad atrayante como la de Demian, además de Frau Eva, Pistorius o el díscolo Kromer. Gundisalvo señaló, por ejempo, la gran modernidad del relato, la manera intensa que tiene de leerse casi un siglo después de su publicación, aparte de la profundidad de sus reflexiones (y aquí aprovechó para realizar un --creemos-- merecido agravio comparativo con la literatura española del siglo XX, que ha pecado de poco introspectiva o reflexiva, utilizando las palabras del crítico y profesor JMPY). 

El honorable Lucas, por su parte, estableció una lúcida analogía entre el proceso de aprendizaje de Emil Sinclair y la historia de las ideas y la evolución del pensamiento, que en el libro desembocaría, no obstante, en una etapa de excesiva abstracción, finalmente inestable y poco coherente como sistema. Este fue, de hecho, uno de los lugares de mayor controversia de la noche. Pero el relato de Hesse aportó otros puntos de discusión, sobre todo por la ambigüedad de su final abierto, que nos sugirió una interpretación "alucinante" de la personalidad del narrador, el joven Emil Sinclair, quien nos narra su historia desde una perspectiva distanciada. Posiblemente el gran aspecto negativo en Demian sea, como observamos, que su discurso pierde intensidad a lo largo de su segunda parte, aunque ello no llegue a restar interés al conjunto de la obra; una obra que los tres juzgamos, en síntesis, muy recomendable; una nueva candidata para una futura revisión.

Hermann Hesse FUENTE

Hasta aquí algunas de las principales ideas evocadas por Demian. En cuanto a las anécdotas, de los numerosos pensamientos que hay en el relato, seleccioné y leí dos de ellos que llamaron especialmente mi atención:
"En aquella época encontré un extraño refugio. Por casualidad, como suele decirse. Pero esas casualidades no existen. Cuando alguien necesita algo con mucha urgencia y lo encuentra, no es la casualidad la que se lo proporciona, sino él mismo. El propio deseo y la propia necesidad conducen a ello" [pág. 105].
"Técnicamente no entiendo mucho de música, pero desde muy niño he comprendido instintivamente esta expresión del alma y he sentido siempre la música como la cosa más natural en mí" [pág. 105 y 106]. 
La música ocupa, en efecto, un lugar central en la sensibilidad del joven Emil Sinclair y en la obra de Hesse, en general. Para intensificar la simpatía que sentí hacia la última cita, adjunto dos enlaces sobre algunas de las composiciones mencionadas en el relato. De esta forma añadimos una atmósfera musical a las imágenes suscitadas durante la lectura. Os animo a que reunáis palabras y música en vuestra imaginación.
  • El pasacalles (passacaglia) para órgano en re menor de Dietrich Buxtehude (1637-1707), con el que ahora podemos respirar un poco mejor el aire que rodea a Pistorius cuando toca en su iglesia.
  • El comienzo de La Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach. (Juzgad vosotros mismos la armonía de los compases y el coro). La obra, dividida en dos partes, es bastante larga, llega hasta casi las tres horas de duración. Podéis escucharla íntegramente AQUÍ.
Para enriquecer más aún la lectura será también un placer compartir con vosotros el retrato de Beatrice al que tanto se alude en el libro. Aunque en la obra no se nos dice su autor, pondría la mano en el fuego por una pintura que se ajusta a los pocos datos suministrados en el relato. La autora del cuadro que os presento es Marie Spartali Stillman (1844-1927), pintora de estilo prerrafaelita que dibujó esta Beatrice hacia 1895. Recordemos que Demian se publicó en 1919 y, por tanto, la fecha del retrato se ajusta tanto a la cronología empírica de escritura como a las referencias intraliterarias. Como dije durante la tertulia, di con este cuadro a raíz de una pequeña investigación que hice meses atrás sobre las representaciones pictóricas de la Beatrice de Dante; y mitad asombrado, mitad entusiasmado, pensé inmediatamente en él durante la lectura. Fijaos si no en la delgadez y estilización de las manos, tal como se describe en la obra de Hesse.


Marie Spartali Stillman: Beatrice (1895)

Un pequeño apunte final para la buena traducción de Genoveva Dieterich y la edición de Alianza Editorial de 1998, a pesar de que alguna errata haya sobrevivido a las reediciones, según pudimos comprobar.

La próxima tertulia será sobre Pedro Páramo de Juan Rulfo, una novela imprescindible de la narrativa hispánica del siglo XX. Para Alvar Lukvist y para mí será una gustosa relectura. Mientras tanto, el debate de Demian continúa con vuestros comentarios. ¡Animaos!

2 comentarios:

Alberto dijo...

Buena síntesis, Dorset. De momento, poco que añadir a lo que se dijo aquella noche y aquí has resumido.

Ph. Dorset dijo...

Gracias, Alberto.

¿Quiero eso decir que he cumplido? ;-) Espero tus observaciones a los comentarios que puedan ir llegando.

Abrazos,

Ph. Dorset