martes, 30 de noviembre de 2010

Los dos amantes y Mascagni

Hace unas semanas tropecé con una película interesante: Two Lovers (James Gray: 2008). Digo tropecé porque fue en verdad un descubrimiento, por más que fuera yo quien muy a propósito la buscara. Me acerqué a ella movido, como tantas otras veces, por el atractivo de los intérpretes (Gwyneth Paltrow, Joaquin Phoenix, Isabella Rossellini, sin olvidar a Vinessa Shaw), quienes cumplieron con creces mi horizonte de expectativas. Lo que sobrepasó dicho horizonte fue precisamente la realización del filme y su armoniosa conjunción de elementos dramáticos, entre ellos la música. Un ejemplo es la siguiente pieza adaptada para guitarra por Christopher Spelman (un homenaje a la ópera Manon Lescaut de Giacomo Puccini que nos muestra un nuevo aire sin que se escape parte de la nostalgia original del fragmento):

(Two Lovers: "Sola, perduta, abbandonata")

Pero una de las razones por las que esta película me entusiasmó fue el reconocimiento de un bello sonido, que tantos recuerdos me traía: el preludio de Cavalleria Rusticana, la ópera de Pietro Mascagni. Este "O Lola" está concebido en la película como verdadero motivo musical, un ritornello que aparece alternativamente a lo largo de toda la cinta en escenas muy puntuales, consiguiendo un destacado matrimonio entre letra e imagen. Adjunto aquí una versión del fragmento:

(Plácido Domingo: "O Lola ch'ai di latti la cammisa")

En realidad, Cavalleria Rusticana es uno de esos títulos que sin duda integrarían mi antología "significativa", por decirlo de algún modo. El origen de esta querencia es remoto y me permito no relacionarlo ni referirlo ahora. No obstante, adjunto un enlace desde donde el lector curioso podrá seguir de principio a fin la ópera de Mascagni, si así lo desea, en la magnífica versión dirigida por Herbert von Karajan, cuidada hasta en el detalle de incluir subtítulos en siciliano.

(Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni, en 9 partes)

Pocas semanas después de descubrir la película que mencionaba al principio (Two Lovers), "tropecé" con una gentil y encantadora siciliana en una pequeña ciudad del Franco-Condado. Ya unos días antes habíamos coincidido, por puro azar, en otro destino lejano: la Catedral de Estrasburgo.

Es curiosa a veces la vida.

2 comentarios:

Alberto dijo...

Qué bueno, querido Dorset, que te dejes caer nuevamente por el mundo del blog que tan espaciadamente visitas para honrarnos con alguna "perlica". Sabiendo que podrías prodigarte, es realmente una pena que no lo hagas, pues siempre resultan interesantes tus comentarios y recomendaciones para guardarlos en algún rinconcito y acudir a ellos en algún momento de la vida (ésta la recomendaba en el blog...). En resumen, a ver si escribes más para que no nos cansemos de nirar a ver si has escrito algo y cuando lo escribas nos demos cuenta tan tarde.

Ph. Dorset dijo...

Apreciado Alberto:

¡Qué alegría me da verte por aquí! Es cierto eso que dices sobre los largos intervalos que pasan hasta encontrar novedades en el blog.

Me anima que te haya gustado esta breve reseña "transversal" (espero que lo de "perlica" no encierre una típica ironía tuya). Sobre todo me anima a seguir escribiendo. Y espero volver a encontrarte pronto en el blog. Será buen síntoma, pues querrá decir que continúo trabajando en él y que algún lector se hace fiel a esta modesta luz crepuscular.

¡Un abrazo y hasta pronto!