lunes, 24 de mayo de 2010

Un Fuerte Abrazo (Escena de las amistades pasadas)



(Llaman golpeando tres veces la puerta del despacho. Taubel [1] está en el centro de la estancia, sentado en su sillón de piel negro, con el busto tendido hacia el escritorio, reposando los codos. A los flancos hay grandes estantes con libros que se prolongan hacia el techo y en profundidad por toda la habitación. El escritorio de Taubel parece un bote de madera en un mar de lecturas. Vuelven a golpear la puerta del despacho, de nuevo tres veces, ahora con más intensidad. Taubel tiene algo en las manos que acerca a sus ojos en actitud escrutadora.)

—¿Es usted, Néstor?
—Sí, señor Taubel.
—Adelante, pase… ¿Qué quiere? ¡No ve que estoy muy ocupado!
—Disculpe, señor. Un tal Philip Dorset está aquí y desearía verle.
—¿Quién? ¿Dorset? Ese nombre me dice algo… Ah, ya… ¿Qué quiere ahora ese pesado?
—Algo en relación a su última novela, según he entendido, señor.
—¿Mi última novela? (Mirando fijamente a Néstor.) ¿¡Mi última novela!? ¿Pero es que no sabe que hace tiempo que mis novelas las comenta el poeta y ensayista Vincenzo C. Salini? ¿No se ha enterado aún de que el célebre Giuseppe Maria Pozzollo Ivanci, de la Universita di Padua, reseña en una prestigiosa revista todo cuanto escribo? Ya no necesito sus insulsas críticas. Dígale que en este momento no puedo atenderle, que estoy muy ocupado, que vuelva si acaso la semana próxima.
—La semana próxima viaja a Nueva York para dar una conferencia en la Universidad de Columbia, señor.
—Precisamente.
—Comprendo, señor.
—Espere, Néstor.
—¿Señor?
—Déle un fuerte abrazo de mi parte.
—Bien… señor.
—Quiero decir, no hace falta que le dé literalmente «un fuerte abrazo». Tan sólo dígale que su viejo amigo Taubel le manda un fuerte abrazo.
—Se lo diré, señor. ¿Puedo ayudarle en algo más, señor?
—Pues… (Duda, pero se decide.) ¿hizo el encargo que le pedí?
—¿Se refiere a… la Coca-Cola para cenar? Ya está enfriándose, señor.
—¿Las diez botellas?
—Sí, señor.
—¿De dos litros?
—Como de costumbre, señor.
—Estupendo, Néstor. ¡Bien hecho!
—Gracias, señor. ¿Alguna otra cosa, señor?
—No, eso es todo. Ahora déjeme solo. Como le he dicho, estoy muy ocupado. Hoy estoy haciendo barquitos de papel.
—Por supuesto, señor.
—Pero Néstor, recuerde: un fuerte abrazo.
—Claro, señor.

(Néstor sale del despacho y queda Taubel solo. Con un barquito de papel blanco entre los dedos, que puede casi rozar con la punta de la nariz, Taubel semeja un detective que con su lupa intentara escudriñar los restos de un misterio que le llevara a la resolución de un caso importante, como si tras revisar la proa, la popa y el casco de la diminuta embarcación esperara encontrar el numen de una nueva obra. Concentrado en su minuciosa tarea, apenas sin juntar los labios, y al tiempo que dibuja una leve sonrisilla, de pronto dice en voz baja, en un suspiro: «Un fuerte abrazo… por los viejos tiempos».)

Tiguajaneco, julio de 2009.


[1] Taubel no es una creación de Ph. Dorset sino el apellido de uno de los personajes protagonistas de la primera novela de Alvar Lukvist, reproducido aquí bajo su consentimiento.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado casi tanto como la primera vez que lo leí 8en aquella época necesitaba mucho unas risas), a pesar de tus dardos envenenados... lo maravilloso es todo lo que condensas en tan pocas palabras y en tan breve imagen. Un pelín arriesgados los pseudónimos: se acercan tanto a la realidad.
Con un fuerte abrazo,
Alvar L.

Ph. Dorset dijo...

Apreciado Alvar:

¡Cómo me alegra ver tu comentario! Te estoy muy agradecido por tus palabras y por el apoyo, que siempre es bien recibido y doblemente satisfactorio en los inicios.

En cuanto a los pseudónimos, ya sabemos que siempre crean debate. Lo importante es que no lleven a la indiferencia.

Te devuelvo el "fuerte abrazo", por los viejos tiempos y los que son presente y seguirán siéndolo.

Philip.

Gonzalo Gómez Montoro dijo...

Vaya, vaya, vaya, me ha gustado la escenita teatral, por eso querría saber quién es el autor del texto. ¿Acaso es Philip Dorset un autor teatral inédito (y anónimo) entre sus propios compañeros de Tiguajaneco? Me disgustaría bastante enterarme a estas alturas de que tenemos a un dramaturgo entre ensaladillas rusas (eso los días que hemos cobrado). Bueno, empezaré por decir que me ha gustado bastante el fragmento, sea quien sea su autor. Por cierto, qué seudonimos más rebuscados, nunca podría dar con los nombres que se esconden debajo.
Basta de bromas y tonterías, me alegro, Philip Dorset, de que sigas animado con el blog y colgando entradas.
Un abrazo,
Gundisalvo (de la escuela de traductores de Toledo, subvencionada por la consejería de cultura del rey Alfonso X)

Ph. Dorset dijo...

Jajaja... Pero ¿en qué quedamos, entonces? ¿Te ha gustado de verdad la "escenita" teatral o forma parte de la broma? En cualesquiera de los casos, no sabes cuánto te agradezco tu comentario, totalmente inesperado. Ya sabes cuánta admiración profeso por tu experiencia.

Hay muchas preguntas sobre el universo del blog que rondan mi cabeza, pero dadas las fechas en que nos encontramos, prefiero no molestarte con ellas. No obstante, este jueves me gustaría comentar algunas cosas en Tiguajaneco, si decides pasar por allí.

Para no dejar demasiado abandonado el blog, voy echando mano de antiguo material escrito. Es el caso de esta escena teatral, mi especial homenaje a la primera novela de Alvar, leída durante el último verano. Así que siento decepcionarte, pero no soy un dramaturgo con una extensa producción guardada en el cajón del escritorio. Simplemente me divierto de vez en cuando con estos pequeños juegos. En fin, me gusta que al menos tengan aceptación entre nosotros.

Por cierto, tomo nota para el futuro de "Gundisalvo" (o Gundisalvus), pues no acababa de dar con un pseudónimo apropiado para ti ;-)

Otro fuerte abrazo para ti también.

Hasta pronto.

Philip.

Anónimo dijo...

Hola señor Dorset,
He leído sus publicaciones y debo decir que, aunque ya sabía de su destreza con la pluma, me sorprende esta vez con una escena de teatro.
Le animo a que siga escribiendo y así, con todo el egoísmo del mundo, poder seguir disfrutando de su blog.
Nos vemos pronto en otra obra de teatro que es la vida y con una Paulaner entre manos, dejemosle a su amigo Taubel el barquito de papel.

Bob Antler

Ph. Dorset dijo...

¡Hola, Bob!

Echaba en falta tu comentario, pero sabía que llegaría, tarde o temprano. Gracias por leer la escena y por tus palabras de ánimo. Espero seguir mejorando poco el blog gracias a vuestras sabias observaciones y sensatos consejos.

Por supuesto, tenemos una cita con Paulaner próximamente. Es una lástima que a Taubel no le caiga bien. Le he animado muchas veces a conocer su riqueza cultural, pero hace caso omiso. En fin, para eso ya estamos nosotros, Bob ;-)

Un abrazo,

Philip.

Ph. Dorset dijo...

Quería decir que espero seguir mejorando "poco a poco" el blog gracias a vosotros, por supuesto.