sábado, 13 de octubre de 2012

Palabra de Julio Cortázar

Hace unos días, por azar o casualidad (nunca sé muy bien), volví a ver algunas de las entrevistas que el gran Julio Cortázar concedió para televisión en los años setenta y ochenta. Me gustaría reproducir aquí un fragmento en el que Cortázar da su opinión sobre el mal llamado, según el escritor, boom latinoamericano. Merece la pena escuchar durante cinco minutos su discurso lúcido y cautivador.




El fragmento pertenece al programa A fondo de RTVE, grabado en 1977 bajo la dirección de Joaquín Soler Serrano, célebre por haber conseguido el testimonio de grandes personalidades de la cultura, como Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Juan Rulfo, Octavio Paz, Dámaso Alonso o Salvador Dalí, toda una nómina, en fin, de figuras de primer orden del mundo hispánico. El caso de Julio Cortázar es uno de los más memorables por su forma de expresarse, con su musicalidad porteña y esa característica erre arrastrada a la francesa, producto de su vida parisina; pero sobre todo es memorable por su pensamiento brillante, franco y honesto, profundamente honesto, revestido de enorme sensatez y de ese sentido del humor del que siempre hacía gala tanto desde su persona como en su obra.


Entrevista completa a Julio Cortázar en A fondo (1977)

Decía uno de mis profesores que de toda lectura puede extraerse un fruto y que ese fruto siempre es útil a la experiencia, aunque su jugo sea amargo. La entrevista a Cortázar en A fondo supera el mejor testimonio que una biografía sobre el autor pueda ofrecernos, con el añadido de un provechoso y dulce sabor que enriquece nuestra experiencia y deleita también los sentidos. En el amplio recorrido que abarca la entrevista al escritor, desde su nacimiento e infancia hasta sus publicaciones más recientes, Cortázar cuenta anécdotas, entre otras muchas historias, sobre sus primeras aproximaciones a lo fantástico, cuando era un voraz lector preadolescente. A los doce años había leído una novela de Julio Verne titulada El secreto de Wilhelm Storitz, en la que aparece la figura del hombre invisible, que más tarde sería retomada por H.G. Wells. Cortázar nos dice que encontró entonces el relato apasionante y se lamenta de que se trate de una de las obras de Verne menos conocida. 


FUENTE


Confieso, para regocijo de mi ignorancia, que no conocía ni había oído hablar de la novela de Verne. Pero he aquí, curiosamente, que tan solo un día después de revisitar la entrevista a Cortázar, por puro azar o casualidad (nunca sé muy bien), me tropecé con un ejemplar de Le secret de Wilhelm Storitz en un puesto de libros de la Place Sainte Anne, en la ciudad francesa de Rennes. No pude abstraerme al hecho, llámese coincidencia o destino, de encontrarme de improviso con ella, como tampoco a la preciosa y cuidada edición de Gallimard y a su precio irrisorio. Con la obra en las manos, feliz como el niño que tiene un nuevo juguete que estrenar, seguí mi camino mientras volvía a asaltarme una duda conocida: ¿Habría tenido en otra circunstancia el mismo encuentro? No sabría contestar muy bien esta pregunta que extrañamente me acompaña a menudo.

2 comentarios:

Pi dijo...

¡Hola!

Nueva actualización desde tierras francesas ;)

Acabo descubriendo por aquí curiosidades y y cosas interesantes, ahora que estoy jugando con Rayuela esa entrevista que no conocía (ni el programa). Los enlaces e hipervínculos complementan muy bien las entradas, creo que ya lo he comentado alguna que otra vez.

Espero que sigas contando casualidades y reflexiones :)

¡Hasta pronto!

Ph. Dorset dijo...

¡Hola, Pi!

Así es, has leído bien: escribo de nuevo en el blog desde tierras francesas por circunstancias de la vida.

De nuevo muchas gracias por tus comentarios. Me alegra saber que mis anécdotas no te aburren. Procuro escribirlas con gran cuidado y atención e intento que sean interesantes y útiles. ¡No dejes de escribir cuando te apetezca!

¡Hasta la próxima!